martes, 25 de agosto de 2009

~~LAS OBRAS DE LA VIDA~~

Actores del tres al cuarto. Actores que dejan por los suelos grandes obras escritas. Guiones hechos a la medida de las ilusiones y los sueños. En los que cualquiera puede verse reflejado.
Y contemplando la escena deprimente me consumo.
Deseo bajar el telón, pero pesa…
Me siento en la butaca y no me opongo a que traten de engañarme, con esas voces pintorescas y esos ademanes fuera de sí.
Es más, me relajo y me lo tomo a guasa.
Porque, ¿cuántas obras más me quedan por ver?
¿Cuántos ensayos locos de locos personajes absurdos, que se creen dioses en el escenario?
Esos que te miran por encima del hombro, pensando que te desanimas pero por dentro te ríes a carcajadas porque, de verdad, los ignorantes son ellos.
Y para que se lo crean más, los aplaudo.
Ellos gozan y hasta me dedican una reverencia.
¡Bravo!
Una actuación digna de ver.
Aunque ésta va a ser la última actuación, ya lo he decidido.
No soporto más obras mediocres. Más actores ridículos.
Se cierra el telón.
Saco de mi bolsillo la pistola que guardo desde hace tiempo, sabiendo que la usaría en un momento especial.
Y ese momento ha llegado.
Espero en silencio. Se vuelve a abrir el telón, para la segunda reverencia y…
¡Pum!
Disparo a tocateja a todo lo que se mueve por ese escenario.
Me guardo la pistola. Disfruto del momento.
No más obras tristes. No más actores falsos. No más guiones imposibles de vivir.
Cierro el telón.
Y me vuelvo a sentar en la butaca. Respiro hondo, pienso y sonrío por mi actuación. Esa si es una buena actuación. Si.
Al cabo de un rato, me cambia la cara.
¡Debo salir corriendo de allí!
¿Cómo no me di cuenta? No pensé en ningún momento que, en realidad eso no termina aquí.
No pensé, que al concluir esa obra de farsantes, empezara otra…
La obra de las consecuencias.
La obra de mi vida.
Las obras de la vida…




_______________________***klara***

jueves, 20 de agosto de 2009

*UNA NOCHE DE AGOSTO EN LA QUE LOS GATOS SON BLANCOS Y LOS MURCIÉLAGOS PELIGROSOS*

Esa noche las estrellas me esperaban.
Sabían que necesitaba contemplarlas, necesitaba su compañía, y evadirme un poco, sólo un poco aunque fuese, de mis dudas, mis pensamientos, y mi resentimiento.
Así que con el caos que tenía presa mi mente, me deslicé sobre la cama, me acerqué a la ventana, (la que abrí con ganas debido a la sofocante noche de agosto), y levanté la persiana.
Noté la brisa suave y fresca de la noche. Fue un verdadero placer.
Observé las estrellas con detenimiento. Y ellas me observaban a mí.
Tuve la sensación de que incluso a ellas les daba lástima verme así…
Al cabo de un rato, cuando terminé de encontrar mis estrellas favoritas, que las tengo, bajé la mirada al suelo, y contemplé la calle muerta.
Solamente me acompañaban un gato, que aunque no sea supersticiosa, di las gracias a que fuese blanco, porque dadas mis rachas de buena suerte, no me puedo permitir el lujo de andar arriesgándome; y las luces de las farolas, que como yo, caían rendidas a la noche sin poder dormir.
Mi dolor de cabeza era imperdonable.
Me dediqué a mirar el desconfiado gato vagabundo. No me gustan los gatos, aunque si supiese que realmente la teoría que dice que vivimos más de una vida es verdad, hubiese puesto la mano en el fuego de que yo antes he sido gato.
No por vagabundo,…, si no por la desconfianza.
En el pasado, y ahora, con más fuerza, pienso firmemente que la desconfianza es buena para todo y para todos.
Y sé, que seguramente mucha gente tenga el pensamiento contrario, y no discutiría por ello nunca, dado que no seré yo la persona a la que cojan todo el brazo cuando dé sólo mi mano.
Allá cada uno con sus extremidades…
Los gatos también son solitarios, insociables. En eso también me parezco a ellos.
Tanto, que cuando me quise dar cuenta, hasta el mismo gato me abandonaba, trotando por la acera, dándome la espalda.

Volví a zambullirme en mis asuntos, esos que rondan siempre en mi cabeza.
Esos que ya cansan contarlos y leerlos, sobretodo a aquellos lectores que leen mis textos.
Si, esos lectores insensatos o quizá aquellos que les guste arriesgar su mente, leyendo textos inauditos, inigualables y a veces, incluso indecentes.
La brisa fresca me azotaba los hombros.
Por una parte me quitaba el poco sueño que tenía, pero por otro lado controlaba mi excesiva temperatura.
Me sentía bien. Me arropaba el manto de estrellas infinito, y con eso me bastaba.
No se veía un alma. Mas diré, que preferiblemente prefiero no ver ningún alma por la calle, que ver almas desgastadas y rotas por el día.
Pasa el tiempo, y me doy cuenta de que mi pena avanza constante e incansablemente con el paso de los días.
Pena por ciertas personas que veo por la calle, ya sean vagabundos, enfermos o gente que no puede valerse muy bien por si misma, que dicho sea de paso, aunque sean más o menos felices o lo lleven como puedan, no hay derecho que la vida trate tan injustamente a las personas, dándole mucho a algunos y nada a otros.
Y sobretodo y ante todo, mi pena hacia los animales. Diría casi de fijo, que aunque nunca llore en público, sería esa pena hacia animales maltratados por lo que la gente me viese llorar más de una vez.
No entraré mucho en el tema, porque tendría para largo, sobretodo si hablo de esa mierda de fiesta nacional que hay en nuestro país, que me es imposible de ver, incluso aunque sea un minuto, si pongo las noticias.

Otro soplo de viento me hizo regresar de mis pensamientos, cuando vi revolotear cerca de mi ventana, varios murciélagos. ¡Qué repelús!
Fueron ellos los culpables de que entrara otra vez en mi calurosa habitación, cerrando casi del todo la ventana tras de mí, no fuese que a alguno de esos bichos les diese por entrar conmigo a dormir, y os aseguro que no sería la primera vez que me dan un susto.

Me dejé caer en la cama. Y cerré los ojos pensando si sería capaz esa noche de dormir algo, dejar mis tortuosos pensamientos a un lado de mi cerebro, y pudiese soñar con algo, ya fuese, vagamente dulce o por lo menos algo que no me hiciese dar vueltas en la cama.
Me hubiese gustado contaros si fue bueno o malo, pero no es posible.
Sólo diré, que no sé si fue el cansancio, pero cerré los ojos y no me acuerdo más que desperté por la mañana, recordando lo que viví esa noche, y con ganas de escribirlo en mi blog.
Que no sé si os gusta, pero que a mí, he de decir, me encanta.






__________________________***klara***

GRANDES PALABRAS DE JORGE MOLIST

Pasamos la vida deseando alcanzar algo, persiguiendo sueños, creyendo que cuando tengamos eso tendremos la felicidad. Pero no es así. La existencia está en el camino, no al final. No importa cuán bello, importante, espiritual sea lo que pretendemos. La última parada es siempre la muerte. Si no sabemos ser felices, ser mejores, ser quienes queremos ser en el trayecto, tampoco encontraremos eso al final. Ésa es la razón por la que debemos disfrutar del momento. La vida está llena de tesoros que la gente persigue, son cosas que creen que les proporcionarían la dicha, pero acostumbran a ser espejismos y a veces, alcanzando su anhelado deseo, uno sólo encuentra el vacío entre sus manos.

“Jorge Molist. El anillo. La herencia del último templario”.

[SACADO DEL BAÚL DE MIS TEXTOS]

Necesito ser esa persona a la que quieras.
Necesito que me veas como a la única.
Necesito ser especial para ti.
Necesito que me necesites.
Que me mires y sientas lo mismo que yo siento.
Necesito que esas palabras que me regalaste ese día, sean de verdad.

Lo necesito, porque noto que esto se agranda.
Porque sé que esas palabras son mentira.
Porque no me necesitas tanto como yo a ti.
Y que no sientes como yo siento.

Y siento esto, porque desde el primer día, es como si te conociese desde hace mucho tiempo.
Porque nos entendemos.
Porque el tiempo que nos hemos regalado ha sido verdadero.
Porque me apetece darte más tiempo…

Pero sé, que esto no sucederá.
Y que no va a pertenecer a mi vida…
Para qué andarme con rodeos.
Sólo sé, que no te perderé, porque nunca te voy a tener…



_____________________***klara***

--->DE VUELTA<---

Tú me guardas la piel, yo te guardo tus secretos.
Mi voz rasgada, grita de dolor, mis pensamientos oscuros.
Delicada flor podrida…
Yo me guardo tras una careta, tú te guardas las críticas.
Difícil solución. Todo está ya escrito.
La puerta cerrada.
Detrás de la gente, te pierdes.
Estoy rompiendo los recuerdos.
Las noches se me hacen cortas, mi mundo pequeño.
Pero mi mundo.
Me basta.
Depositando mis besos, mis abrazos, en el olvido.
No vengas a buscarlos.
Cuando se elige, se eligen las consecuencias.
Puedo soportar mis consecuencias y las tuyas.
No me importa ya nada.
Si quieres, puedes olvidarme.
Me olvide a mí misma…
Me olvide del amor, de los sentimientos…
Me encuentro en el olvido.
En un rincón de esta mierda de vida, de todo este caos.
En el que nadie se da cuenta de nada, o no quiere darse cuenta…
Todo el mundo, pretende engañarme, pero ya estoy de vuelta.
ESTOY DE VUELTA!!!



____________________________***klara***

sábado, 15 de agosto de 2009

#SOÑANDO CON FUEGO#

Me encontraba sentada en mi sillón de siempre, con una copa de champagne, regalándome un rato de tranquilidad sólo para mí…
La verdad, no se si fue el alcohol que fluía por mis venas, pero… de repente, noté cómo empecé a pensar en ti, cómo, sin quererlo, empecé a soñar…
Me embriagaba la luz tenue de la sala, y me vi envuelta en una extraña sensación, no del todo cómoda, pero eso a la vez me incitaba…
Comencé a recordar tus ojos, tu boca hambrienta de mi cuerpo, tus manos que tantas veces me han acariciado, tu pelo en el que otras tantas veces me he agarrado y…
Empezó a brotar de mis poros dilatados al pensarte, gotas de sudor dulce, como tus besos, y frío como tus sentimientos.
Noté, cómo se habían descruzado mis piernas y se abrieron mis muslos…
Sentí mi piel caliente, y mis latidos acelerados, y cada vez pensaba más, soñaba más…
Y soñé que me amabas… que tocabas mi pelo, mis pechos… se me erizaba la piel… Me iba excitando más y más… y me encontré acariciándome como si fueses tú…
Tenía necesidad de ti…
Y conduje mis dedos alrededor de mi cuello, rodeé mi ombligo, y fui bajando lentamente por mi vientre…
Me di placer pensando en ti…
No me di cuenta de que estaba desnuda… cuando desperté de ese sueño. Ese sueño que se ha repetido más de una vez…
… y que ha sido realidad muchísimas más…
Porque el destino lo quiso, y sólo él sabe cuánto durará…
Porque tu me odias tanto como me deseas, al igual que yo a ti.




____________________***klara***
Estimada compañera:

¿Qué tal estás? Hace tiempo que no se de ti… cada día me pregunto donde estarás. Y si algún día piensas volver…
Te escribo porque no aguanto más sin ti. Necesito tenerte a mi lado. Contarte mis cosas.
Te echo de menos… Y todo esto es aburrido si tú no estás.
Hasta mi ordenador pregunta por ti. Y las noches se hacen eternas sin tu presencia.
Espero que esta breve, pero sincera carta te haga regresar…
Mientras tanto, te estaré esperando.
Estoy deseando que vuelvas. Por favor.

Tú amiga.



________________________***klara***