jueves, 4 de septiembre de 2008

***EL HOGAR DE MIS PALABRAS***

Un mar de lágrimas.
Una montaña de deseos.
Una palmera de sueños.
Un río de soledad.
Una mina de odio.
Un bosque de amargura.
Un cielo de fe.
Una nube de despecho.
Una colina de sufrimiento.
Un valle de remordimientos.
Un volcán de reproches.
La naturaleza en sí, el hogar de mis palabras. El refugio de mis secretos. El rincón de mis dudas.
Como una colina impenetrable, se encuentra mi persona.
Un laberinto de incertidumbres hacía mí.
Una brisa de avaricia, con un pequeño relámpago de orgullo.
Tormenta de sinceridad, caiga sobre personas con un maremoto de conciencia.
Lluvia ácida de rencor.
Un terremoto de injusticia.
Y que en un incendio desolador en mi hogar, la naturaleza, me lleve una ventisca de muerte, mi cuerpo abandonado, dejando la mina de odio que perdurará para siempre, en mentes turbulentas postradas para siempre en la codicia y la maldad, que me recordarán, muertas en vida.

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