sábado, 2 de abril de 2011

Vaciando la mochila...

Esta vez, como podría haber hecho muchas otras, me quedaría en el suelo, maldiciendo mi vida, lamentándome por la persona que me hizo tropezar poniéndome la zancadilla… Pero eso es lo fácil. ¿Y cuándo lo he tenido yo fácil? A pesar de mi negatividad, siempre me he levantado. Y ahora, vuelvo a hacerlo. De hecho, ya estoy de pie otra vez. Las personas cobardes, ponen la zancadilla. Las valientes se levantan. Las primeras se van por la puerta de atrás sin decir nada. Y las segundas dan la cara. Y aquí estoy yo. Con mis textos otra vez. La humildad me crea la necesidad de dar las GRACIAS, a todas esas personas COBARDES. Porque sin ellas estos textos no saldrían a la luz. Mis reflexiones solitarias. Vuelvo a vestir mi blog con pensamientos. Son los mismos pensamientos de siempre, que suelo esconder a diario. Pero que siguen intactos, porque verdad, sólo hay una… Mi destino en la vida, es claro. Pero hasta que no llegue, puedo entretenerme en el camino. Y la verdad, que lo bueno, se hace aburrido. De lo malo, siempre se puede hablar, y aprender. Yo hace poco, dejé de ser mala, y arriesgué. Y perdí. Perdí mi escudo. Dejé ver a una parte de esa Clara, que está guardada ahí dentro y esa que nadie sabe aprovechar… Perdí parte de mi tesoro escondido. Por dejar la puerta entreabierta… Perdí más ilusión. Como siempre. La ilusión, es como una vela que se va apagando y derritiendo con el tiempo. Y de esa vela, ya me queda poquito. Así que aquí está de nuevo, Klara. La borde, la seca, la antipática y la que pasa de todo. En mi mundo. “Pa´ encontrarme a tu mundo, pa´eso ya tengo el mio…” Y bien cierto es. Es un mundo pequeñito. En el que sólo entras pocas personas y en el que sólo caben las cositas pequeñitas. Sólo las necesarias. Porque la mochila es preferible llevarla poco llena, e ir metiendo en ella los pocos valores que te vas encontrando… Equipaje ligero. Así que ya que me he caído al suelo, hago una parada, y saco de mi mochila cosinas que no me hacen falta, y la lleno de un poco más de paciencia y valentía para seguir mi camino. Con mi mochila a punto, y esos pocos rasguños de la caída que ya he limpiado, doy mi nuevo primer paso en el camino… Y sin mirar atrás. _____________________________________***Klara***

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