domingo, 3 de abril de 2011

Una tarde cualquiera de abril

Una sola tarde de abril puede hacer que cambies de ideas, de sentimientos, ver la vida de otras maneras. Una sola tarde de abril, de lluvia. Esas tardes melancólicas, de soledad, en las que remueves en el saco de los sueños rotos. Una tarde en la que no ves la luz del sol, pero si la luz que guía tus pasos. Esas tardes que necesitas de tu sola compañía, y reflexionar sobre las cosas de la vida. Donde admiras lo bueno que tienes, y te propones muchas más cosas buenas para empezar al día siguiente. Porque, ¿qué hay mejor, que dejar las cosas malas con las nubes de este día gris y dejar que se las lleven con ellas? Así cuando salga el sol, será mucho más brillante todavía. Y en esta tarde oscura, de agua y café caliente, de manta y película, no podía hacer otra cosa, que rellenar mi blog, para aquellas personas que sí lo leen, y aprecian mis palabras, más o menos entendibles. Las palabras que van dirigidas a cerebros, y no a cuerpos. Sí. A cerebros. De estos cerebros que escasean. Porque cuerpos hay muchos, pero cerebros pocos. Las personas se dedican a cultivar el cuerpo y no el cerebro. Hay millones de cuerpos, perfectos, simplemente bonitos, distintos…cada uno en su belleza. Puedes ir por la calle, y ver a cientos de personas con un cuerpo medianamente proporcionado o quizá perfecto, pero, ¿con cuántos cerebros te topas por la calle? Bastante pocos… Por no hablar de corazones. Cuántos tios o tias podemos agregar a nuestra red social, de esos y esas que tienen todos los músculos en su sitio, esos que de cien fotos que tienen 97 son en el cuarto de baño. Pero con cuántos de ellos o ellas te quedarías… Piénsalo solo tú… Razónalo, si puedes. Yo te ayudo a que pongas tu cerebro un poco en marcha. Sólo el precalentamiento. Tampoco fuerces… Quizá en esta tarde de abril quería hacer una buena acción por tod@s aquell@s que sólo hacen funcionar sus músculos de cuello para abajo. Y es que tenemos tantas personas en la red. Yo creo que simplemente se coleccionan “amig@s”. Como si fueran cromos. Ya tengo el amigo 130. La amiga 199. Uyyyy, dentro de poco ya tengo las 200…Lo único que queda es que se puedan intercambiar. En fin. Para las personas a las que me dirijo, me he extendido un poco… Si en esta tarde de abril, consiguiera que una sola persona reflexionase sobre lo que he contado, las nubes que cubren el cielo, para mí serán menos grises. __________________________________***Klara***

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